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Día internacional de la Mujer: homenaje a las mujeres de ACS


Para celebrar el Día internacional de la Mujer queremos homenajear a las mujeres de ACS y a las mujeres en la aviación de todo el mundo, que hacen realidad el dicho: “un kilómetro de carretera te lleva un kilómetro más lejos, pero un kilómetro de pista de despegue te lleva a dónde quieras

El Día internacional de la Mujer en 2019 se trata del equilibrio de géneros

Cartel rosa del Día internacional de la Mujer
Cartel rosa del Día internacional de la Mujer

Un día dijo un piloto: “volar es más que un deporte y más que un trabajo; volar es pura pasión y deseo, que llenan toda una vida”. Y es esta pasión por volar lo que ha atraído a las mujeres a la aviación durante siglos. Algunas han llegado a convertirse en grandes aviadoras de la historia, mientras que otras trabajaban entre bambalinas para mantener los motores en marcha, los aviones en vuelo, los aeropuertos funcionando y los pasajeros saliendo y llegando a sus destinos. Para celebrar el Día internacional de la Mujer queremos homenajear a las mujeres de ACS y a las mujeres en la aviación de todo el mundo, que hacen realidad el dicho: “un kilómetro de carretera te lleva un kilómetro más lejos, pero un kilómetro de pista de despegue te lleva a dónde quieras”.

El día 8 de marzo, hombres y mujeres celebraron el Día internacional de la Mujer (IWD en sus siglas en inglés) por todo el mundo. Desde 1909, cuando el Partido Socialista de América organizó un Día de la Mujer en Nueva York, se ha celebrado cada año en muchos lugares del mundo, para llamar la atención sobre los derechos de las mujeres y otros problemas y desafíos que afectan a mujeres y niñas. El 8 de marzo se convirtió en el día oficial de celebración y activismo desde que las mujeres consiguieron el voto en la Rusia soviética en 1917. Este día se celebraba casi exclusivamente en países comunistas hasta que la ONU celebró ese día en 1975, que fue también el Año internacional de la Mujer. Pero fue solamente en 1977 cuando la Asamblea General de la ONU pidió a sus países miembros que designaran el 8 de marzo como el día oficial de los derechos de las mujeres y de la paz mundial.

El lema del Día Internacional de la Mujer de 2019 es #BalanceforBetter. En otras palabras, mientras más equilibrio de género haya en el mundo, mejor será este mundo. Así que, ¿cómo se comporta el mundo de la aviación a la hora de promover un mundo equilibrado en género?

Todavía hay mucho que hacer en un sector que continúa estando dominado por el género masculino. Según el Centro para la Aviación (CAPA), un estudio de 2015 concluyó que menos del 5% de todos los consejeros delegados de las aerolíneas eran mujeres. Pero también es verdad que cada vez más compañías se están esforzando por conseguir un equilibrio en sus plantillas. Air Charter Service (ACS) es una de las compañías que valoran la contribución de las mujeres en su empresa. La compañía cuenta con varias mujeres en puestos ejecutivos y apoya la entrada de más mujeres en el sector.

Un buen ejemplo es Georgina Heron, directora de Aviones Privados en Londres. Comenzó a trabajar para ACS en 2008 tras graduarse en la universidad y ahora está a cargo de un equipo de 25 gerentes de cuenta, cada uno con su cartera de clientes. Su consejo para las mujeres que quieran comenzar una carrear en la aviación es: “trabajar duro, estar dedicada, proactiva y siempre con ganas de aprender. Ahora hay muchas más mujeres en el sector, y los eventos que solían estar llenos de hombres como si fueran un club exclusivo, son ahora más equilibrados.”

Ir a hombros de gigantes pioneras de la aviación

Incluso en tiempos en que las mujeres vestían con largas faldas y sombreros de encajes, ya se pusieron a volar. La primera mujer que voló fue Élisabeth Thible de Francia, con solo 19 años. Fue en 1784 y Thible, vestida como la diosa Minerva, sustituyó con gusto al Conde Jean-Baptiste de Laurencin, que estaba demasiado nervioso para llevar el globo aerostático hasta Lyon. Tras un exitoso vuelo, los espectadores observaron con sorpresa como el globo explotaba al tocar tierra en el descenso y la tela caía sobre los ocupantes del mismo. Uno de ellos se abrió paso con un cuchillo y fue al rescate de Thible, hasta darse cuenta de que ella había salido sola del peligro, lejos del estereotipo de la fémina apocada. El aeronauta amateur M. Fleurant atribuyó el éxito del vuelo a Thible, señalando que fue ella la que alimento el globo durante todo el vuelo. También cantó dos duetos de la famosa ópera La Bella Arsene, de Monsigny, durante el ascenso del globo.

Seguramente ni Thible ni ninguno de los espectadores de aquel día podían imaginar que algún día una mujer pilotaría un trasbordador espacial. En una entrevista previa al vuelo como comandante del trasbordador espacial STS-114, Eileen Collins declaró a la NASA: “mis héroes son los astronautas que fueron antes que yo y los pilotos, hombres y mujeres, que volaron en la segunda guerra mundial, y las mujeres que pasaron las pruebas médicas para el programa Mercurio. Todas esas personas sobre las que leí cuando era niña y a mi paso por el instituto y la universidad han sido una influencia positiva.”

Durante el programa del STS-114, Collins se convirtió en la primera astronauta en pilotar un trasbordador en una maniobra completa de 360 grados. Esta maniobra fue necesaria para que los astronautas del ISS pudieran fotografiar la parte de abajo del trasbordador, para asegurarse de que no sufriera daños a causa de los escombros a la hora del regreso. Collins fue la primera mujer en pilotar el trasbordador espacial Discovery STS-63 que se encontró con la estación espacial ruso Mir en 1995. También fue la piloto del STS-84 en 1997 y la primera comandante de una nave espacial de los EE.UU. con la misión espacial STS-93 en julio de 1999, que desplegó el Observatorio Chandra X-Ray. Collins se jubiló como astronauta de la NASA y como coronel de las Fuerzas Aéreas de los EE.UU. tras recibir varias medallas por su servicio a la aviación y el espacio aéreo.

Son mujeres como Collins las que inspiran a las siguientes generaciones a cumplir sus sueños y a seguir influyendo en el sector de la aviación. Fran Bennett, director del Servicio de Vuelos global de ACS en Londres piensa que, aunque muchos lugares han aceptado la presencia de mujeres en el sector, aún existen viejos prejuicios. “Es una pena admitirlo, pero en algunas partes del mundo mucha gente no acepta tu punto de vista a la hora de resolver un problema simplemente por ser mujer, o culturalmente piensan que es un error verte en facturación poniendo 200 bolsas en las cintas de equipaje (cuando en realidad él podría hacerlo mucho más rápido y ayudar a los pasajeros a salir).

El viaje desde un globo aerostático hasta un caza

Black and white image of Nancy Harkness Love in her plane
Black and white image of Nancy Harkness Love in her plane

Cuatro años después de que Élisabeth Thible cantara ópera y se encargara de alimentar el combustible a bordo de un globo aerostático, Jeanne Labrosse se convirtió en la primera mujer que voló en globo en solitario. En 1804 la siguió Sophie Blanchard, que acabó por convertirse en aeronauta profesional y fue nombrada jefa del servicio aéreo de Napoleón en 1811. Hicieron falta otros 92 años antes de que pudiéramos ver a una mujer pilotando una aeronave con motor. Se trataba de Aida de Acosta, una estadounidense que estaba de vacaciones en París y que convenció al pionero de los dirigibles Alberto Santos-Dumont para que la dejara volar.

Pero fueron las dos guerras mundiales las que acabaron por consolidar a las mujeres como pilotos y mecánicas de la aviación. La espita la abrieron mujeres como la francesa Helene Dutrieu o la princesa rusa Eugenie Shakhovskaya, que pilotaron vuelos de reconocimiento. Fue la turca Sabiha Gokcen quien tuvo el honor de ser la primera militar en volar en misiones de combate en 1937. La Segunda Guerra Mundial vio a numerosas mujeres en los campos de aviación y a los mandos de las cabinas de los aviones. La Unión Soviética tuvo hasta tres regimientos compuestos básicamente por mujeres en misiones de combate aéreo: el regimiento 588 de bombarderos nocturnos compuesto por biplanos PO2, el regimiento 587 de bombarderos compuesto por aeroplanos PE2 y el regimiento 586 de cazas en vuelos de defensa compuesto por aviones YAK-1.

En los Estados Unidos hubo que esperar hasta 1942 para que mujeres como Jacqueline Cochran y Nancy Harkness Love con el apoyo de Eleanor Roosevelt fueran autorizadas a pilotar en el ejército. Cochran se encargó de dirigir el Destacamento de Entrenamiento de Vuelo de Mujeres de las Fuerzas Aéreas del Ejército (WFTD), que se fusionaría un año más tarde con el Servicio de Mujeres Piloto de la Fuerza Aérea (WASP). Las WASP prestaban apoyo al ejército volando aviones desde las fábricas hasta las bases militares de las fuerzas aéreas. Las mujeres fueron también pilotos de pruebas, chóferes aéreas y objetivos de entrenamiento para las prácticas de artillería antiaérea. Aunque las WASP fueron disueltas en 1944, tuvieron que esperar hasta 1979 para que se les concediera el estatus de veteranas de guerra.

Pero las mujeres tuvieron que esperar hasta la década de los noventa para poder ocupar oficialmente su lugar como pilotos en las fuerzas aéreas de todo el mundo. Sally Cox y Julie Ann Gibson se convirtieron en las primeras mujeres piloto que volaron en solitario en el año 1990 para la Fuerza Aérea Real de Gran Bretaña. En Estados Unidos las mujeres tuvieron prohibido el acceso a las misiones de combate aéreo hasta 1991, aunque no tardaron mucho tiempo en ponerse al día. Jeannie Marie Leavitt se convirtió en la primera piloto de un caza en el año 1993 y en la primera mujer en comandar un ala de combate de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Un año antes, la teniente Kelly J. Franke se convirtió en la primera mujer piloto en conseguir el Premio de Piloto del Año de la Asociación de Helicópteros Navales tras participar en 105 operaciones de apoyo y alcanzar logros extraordinarios para la aviación como sus 664,2 horas de vuelo sin percances.

Al mismo tiempo, las mujeres alcanzaban hitos similares en el resto del mundo. Nina Tapula se convirtió en la primera mujer piloto militar de Zambia. En India, Harita Kaur Deol se convirtió en la primera mujer piloto de vuelos en solitario con tan solo 22 años. Kendra Williams completó su formación como piloto de las Fuerzas Aéreas de Zimbabue en 1996 y Caroline Aigle se puso a los mandos de un Mirage 2000-5 para la Fuerza Aérea francesa. En 2007, la mayor Mariam Al-Mansouri se convirtió en la primera piloto de cazas de los Emiratos Árabes Unidos. Sobre su gesta, Mariam dijo que “tanto hombres como mujeres tienen derecho a trabajar en el ámbito que sea, siempre y cuando lo hagan con lealtad, determinación y persistencia.”

Mujeres como Barbara Barrett no han cejado de abogar apasionadamente por las oportunidades y la inclusividad de las mujeres en las fuerzas armadas. Es de destacar la carrera de Barrett como piloto habilitada para vuelos instrumentales y que fuera la primera civil en aterrizar un avión F/A-18 Hornet en un portaaviones. Barrett fue también Vicepresidenta de la Junta de Aeronáutica Civil y Administradora Delegada de la Administración de Aviación Federal de Estados Unidos (FAA). Y si no bastaba con todo eso, también recibió entrenamiento como astronauta de reemplazo para el vuelo de la Soyuz TMA-16 a la Estación Espacial Internacional.

Mujeres en la aviación extrema: pilotos de pruebas y astronautas

El primer registro que tenemos de una mujer como piloto de pruebas es Ann Baumgartner Carl, una piloto WASP de la Segunda Guerra Mundial. Sus proezas aéreas le valieron el traslado al aeródromo de Wright Field en Dayton (Ohio) en 1944, donde se puso a los mandos de un avión Bell YP-59A experimental. Un año más tarde, la sudafricana Rosamund Steenkamp voló un Gloster Meteor III que estaba aún en fase de pruebas para el Servicio Auxiliar de Transporte Aéreo de Gran Bretaña.

Otras mujeres que volaron como pilotos de pruebas para la empresa Grumman Aircraft durante la Segunda Guerra Mundial fueron, entre otras, Elizabeth Hooker, Teddy Kenyon, y Barbara Kibbee Jayne. Todas estas valientes volaron aparatos F6F Hellcat recién sacados de la línea de montaje y estos aviones demostrarían su valía en la guerra naval contra Japón.

En 1959 las mujeres consiguieron un tímido avance gracias a Jerrie Cobb, cuya labor consistía en entregar cazas y bombarderos de la Fuerza Aérea estadounidense a países de todo el mundo y que fue elegida como la primera mujer para someterse a las exigentes pruebas de selección para astronautas. Aunque Jerrie superó las tres fases de las pruebas, finalmente no se le permitió volar al espacio porque era mujer.

Otra mujer que participó en los entrenamientos preliminares para astronautas fue Wally Funk, que se convirtió en la primera mujer en hacerse con el puesto de inspector de la Administración Federal de la Aviación de los Estados Unidos allá por el año 1971. Tres años después, Wally entró en la Junta de Seguridad Nacional para el Transporte (NTSB) donde se convirtió en una de las primeras investigadoras de la Junta sobre seguridad aérea en el año 1974.

La primera mujer en volar hasta el espacio fue la rusa Valentina Tereshkova. Antes de eso, Tereshkova se hizo piloto en 1963 y tanto ella como otras cuatro mujeres tuvieron que superar 18 meses de entrenamiento. Tereshkova estuvo casi 70 horas en el espacio y dio dos vueltas a la Tierra en la cápsula Vostok 6. Sin embargo, su vuelo no fue todo lo bien que se esperaba. Un error en el sistema de navegación automática hizo que la nave espacial empezara a alejarse de la Tierra. Tereshkova se dio cuenta de ello y los científicos tuvieron que crear rápidamente un algoritmo nuevo para el aterrizaje. Tereshkova tuvo que sonreír durante todo el calvario mientras los telespectadores soviéticos y europeos la miraban sin darse cuenta de que algo iba mal. Tereshkova se las apañó para aterrizar sin mayor percance que un moretón en la cara. Es famosa su cita en la que dijo que “si las mujeres pueden ser ferroviarias en Rusia, ¿por qué no van a poder volar al espacio?”.

Christina Marmara es la Directora de Aviación Comercial de ACS para la costa oeste de Estados Unidos en Los Ángeles y no ha estado en el espacio, pero ha volado para la NASA y tiene una gran experiencia de primera mano tras haber trabajado con grupos musicales, equipos deportivos y algunas de las empresas más grandes del mundo. A las mujeres que empiezan en este sector, Christina les dice que “se aprende mucho sobre una misma… cómo gestionas la presión, cuánto te puedes animar y motivar para seguir alcanzando cosas nuevas. Conocerás gente espectacular y harás contactos por todo el mundo y en todos los sectores.”

“Lo mejor de la aviación comercial es que trabajas con equipos deportivos, con gente VIP, con militares y con gente de todo el mundo. Entras en contacto con los mundos de la filmación y la producción, con las licitaciones públicas, con los eventos y los viajes VIP y, al mismo tiempo, aprendes a ser camaleónica y a adaptarte a entornos distintos. También se consigue un bonito equilibrio entre tener una rutina en la oficina y poder ir a donde haga falta para garantizar que todo sale bien cuando no se quiere estar delante de una pantalla del ordenador."

La aviación se hace comercial y las mujeres también

Los hermanos Wright grabaron su nombre en la Historia después del primer vuelo con motor el 17 de diciembre de 1903. Pero muy pocos habrán oído hablar de Katharine Wright. Esta extraordinaria mujer fue la hermana de Orville y Wilbur y se le atribuye haber mantenido en marcha el negocio familiar, haber conseguido apoyo para sus proyectos de vuelo, haber encandilado a los medios de comunicación en sus viajes al extranjero y haber realizado vuelos de demostración con sus hermanos en Francia en 1909. Hablando de su hermana, Wilbur dijo que “si el mundo alguna vez se acuerda de nosotros hablando de la aviación, deberá acordarse también de nuestra hermana." Pero lamentablemente esto no ha sido siempre así. Sin embargo, a pesar del escaso reconocimiento las mujeres han sido fundamentales para conseguir que los viajes en avión dejen de ser un pasatiempo nuevo y muchas veces peligroso y que se conviertan en la opción de transporte elegida por cuatro mil millones de personas cada año.

La primera mujer que pilotó un avión de transporte aéreo de correo de los Estados Unidos en horario regular fue Helen Richey en 1934. Aunque destacó como copiloto de Central Airlines, sus colegas masculinos no le permitieron afiliarse a su sindicato y no le permitieron volar con mal tiempo. Pero nada iba a impedir a Richey subir hasta los cielos, así que dimitió para unirse a Louise Thaden en el Departamento de Marcado Aéreo de la Oficina de Comercio Aéreo. Hubo que esperar hasta 1973 para que Emily Howell Warner tuviera un puesto en Frontier Airlines y una mujer se pusiera a los mandos de un avión de pasajeros de una línea aérea regular de Estados Unidos.

Mientras tanto y sobre todo durante la década de los sesenta, las mujeres se fueron sumando a la aviación comercial básicamente trabajando como azafatas, a las que ahora conocemos con el nombre genérico de auxiliares de vuelo. Debido a una exagerada carga de los estereotipos, estas mujeres solían ser retratadas como aventureras glamorosas y exóticas. Lo que siguió a partir de ahí fue una desafortunada cultura de mujeres bonitas en minifalda que no podían casarse ni tener hijos si querían mantener su puesto de trabajo y que eran obligadas a retirarse a los 32 años de edad. Hollywood se enamoró de esta nueva era del glamur de la aviación. A partir de novelas como “Girl on a Wing” de Bernard Glemser se hicieron películas como “Tres azafatas”, cuyo título original era “Come fly with me” como el éxito de Frank Sinatra. Se hicieron comedias inspiradas en el éxito de ventas literario de 1967 “¿Café, té o yo?” y en 1971 una línea aérea estadounidense utilizó el eslogan “Soy Cheryl. Vuélame”.

En aquella época, muchas de estas mujeres trabajadoras pusieron sus ojos en otros trabajos de la aviación comercial. En Australia, Olga Tarling se convirtió en la primera controladora aérea del mundo en 1960 y a Olga la que siguieron en Gran Bretaña Yvonne Pope Sintes y Frankie O’Kane. Pope Sintes se convertiría después en instructora de vuelo y en la primera mujer piloto comercial del Reino Unido.

En el resto del mundo varias mujeres iban avanzando poco a poco por su carrera por los aires. Movida por su experiencia como azafata en United Airlines en 1940, Ada Brown se propuso dar a conocer y atajar la enorme discriminación que las azafatas sufrían en su trabajo. Así que ella, junto con un grupo de compañeras de trabajo y casi 300 mujeres más crearon el primer sindicato de azafatas del mundo, la Asociación de Azafatas de Líneas Aéreas (ALSA). Hoy día, gracias al ímprobo esfuerzo de Ada Brown en favor de sus compañeras azafatas, otras 25 líneas aéreas están representadas dentro del sindicato que se formó a partir de la ALSA y que hoy día es la Asociación de Auxiliares de Vuelo.

Eva Piesiak es Directora de Aviación Comercial para ACS Canadá y cuenta que le suelen preguntar si es auxiliar de vuelo cada vez que dice que trabaja en el sector de la aviación, un estereotipo que ella está contribuyendo a erradicar. Eva dice que “el sector de la aviación ha estado históricamente bajo dominio masculino. Para mí fue todo un reto ser tomada en serio por clientes, pilotos, ejecutivos de las líneas aéreas, funcionarios de aduanas, mecánicos de aviación y repostadores de combustible. No tardé en aprender cómo hablar con la gente cara a cara o por el teléfono para ganarme su respeto y conseguir que la tarea se hiciera. He trabajado mucho para llegar donde estoy y todavía me cuesta asimilar que cuando le digo a alguien, hombre o mujer, que trabajo en aviación, esa persona me preguntará que si soy auxiliar de vuelo como si eso fuera lo único que la sociedad piensa que hacen las mujeres en la aviación. Pero me alegra comprobar que esto está empezando a cambiar.”

Eva, que tiene un título de Empresariales con especialidad en Gestión de Aviación Comercial, da el siguiente consejo a las mujeres que se estén planteando iniciar una carrera en la aviación: “Se trata de un sector apasionante y muy interesante. Te tocará trabajar con personas muy apasionadas y aprenderás algo nuevo todos los días. Ser multitarea y tener habilidades organizativas son características muy importantes para disfrutar trabajando en este sector y alcanzar el éxito. Las mujeres que sientan que no se las toma en serio no deben desesperarse. Deben tener en cuenta que ese es el resultado de lo que ha sido un sector históricamente dominado por los hombres y que tú eres parte del cambio que está teniendo lugar. Siempre hay que ser inteligente y hablar con inteligencia.”

Por cada mujer que ha pasado a los anales de la historia de la aviación hay muchas mujeres que siguen contribuyendo en todos los niveles de la aviación comercial. Una de estas mujeres es Caroline Werf, que empezó a trabajar en ACS en 2012 como agente de carga en prácticas. Caroline empezó a trabajar en Alemania y después pasó al Reino Unido. En 2014 asumió las operaciones alemanas y creó un equipo con gente de todos los departamentos de ACS incluyendo los departamentos de cargo, aviones privados y aviones comerciales. Caroline ascendió a Directora de país de ACS para Alemania en 2015.

En relación con sus experiencias, Caroline dice que “el transporte de carga ha sido históricamente un sector de dominio masculino. Al principio, ser mujer era todo un reto porque había que convencer a los clientes de toda la vida de que yo tenía experiencia en el sector. Una vez que eso quedó claro y que ya me conocían, pude comprobar que los clientes me eran leales como su directora de cuenta. ACS es una gran empresa que te brinda la oportunidad de adquirir experiencia directa, lo que a su vez te da mucha credibilidad con los clientes. A mí personalmente me gustan mucho los retos, así que este sector me brinda exactamente el tipo de trabajo que me entusiasma todos los días.”

El sector de la aviación no puede crecer ni mejorar sin la participación de las mujeres

Cuatro mujeres de las Fuerzas Aéreas delante de un avión militar en la conferencia sobre las mujeres en la aviación
Cuatro mujeres de las Fuerzas Aéreas delante de un avión militar en la conferencia sobre las mujeres en la aviación

conferencia sobre las mujeres en la aviación. La cifra de mujeres dentro del sector de la aviación es todavía baja. La promesa de los años 30 del siglo pasado, cuando el número de mujeres piloto aumentó en 700 en solo cinco años se ha estancado, y el número total de mujeres piloto de aerolínea representa solo un 3%, según la Women of Aviation Worldwide Week. En los EE.UU. hasta 2014, alrededor de un 5% de pilotos comerciales y de aerolíneas eran mujeres, hasta un 25% de los ingenieros aeroespaciales y menos de un 6% en puestos de altos directivos en compañías aéreas.

Países como la India y China están teniendo más éxito a la hora de atraer a las mujeres a ser pilotos comerciales. En la India las mujeres representan un 11,6% de los pilotos y hasta 2012 en China se habían formado más de 300 mujeres piloto y más de 200 mujeres como personal auxiliar. Otros países y regiones que están reclutando mujeres para el sector de la aviación son Vietnam y la zona de Asia-Pacífico, Oriente Medio y África, donde en 2016 se encuentran siete de los principales mercados cuyo sector de la aviación experimenta mayor crecimiento.

La discriminación por género en la aviación no es todavía algo del pasado. Tan solo en 1991, un pasajero se negaba a viajar en un avión de la aerolínea SN Brussels porque iba pilotado por Barbara Collinet, y hace tan solo tres años, siete pasajeros de un vuelo de American Airlines que iba de Miami a Buenos Aires desembarcaron cuando descubrieron que la tripulación era solo de mujeres

Atraer a más mujeres al sector de la aviación es mucho más que simplemente hacer lo correcto en cuanto a la igualdad de género. El mundo se enfrenta a una falta crítica de pilotos. Hoy en día hay un 30% menos de pilotos en los EE.UU. que en 1987. Tradicionalmente, alrededor de un 75% de los pilotos de aerolíneas procedían del ejército, pero las cifras han caído hasta menos del 33%. Y el sector se enfrenta no solo a una falta de pilotos, sino también de mecánicos, técnicos y personal de aeropuerto. Según la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), más de 190 aeropuertos del mundo tienen restricciones de franjas horarias. Esto supone una falta de capacidad para cubrir la demanda existente de tráfico aéreo a todas horas del día. Y a esto tenemos que añadir el aumento de los pasajeros que viajarán cada año, que se espera se doble en los próximos 20 años hasta alcanzar los 7.800 millones, según la IATA.

Ahora mismo existe un mercado infinito de mujeres que podrían entrar en el sector de la aviación para cubrir no solo la escasez de pilotos sino también para aumentar la capacidad de los aeropuertos de procesar y dar servicio a una cantidad cada vez mayor de pasajeros, y contribuir como han hecho a lo largo de la historia a la tecnología, la formación y la eficacia de la aviación.

Anna Goma Oliva es la directora de Aviones Privados de ACS en España. Comenzó en la compañía de alquiler de aviones privados en 2013, tras completar un Master de Ciencia en Ingeniería Aeronáutica y haber pasado por diferentes puestos en varias compañías aeronáuticas. Ha llegado a este puesto directivo en ACS gracias a su duro trabajo y perseverancia.

Anna comenta: “todos mis puestos anteriores habían sido dentro del sector de la aviación, pero debo admitir que no tenía mucha experiencia cuando entré en ACS. Hasta los agentes más eficientes se enfrentan a factores incontrolables como el clima, por ejemplo, pero los momentos más exigentes de mi carrera me desafiaban a encontrar las mejores opciones para mis clientes y así ganarme su fidelidad. Es importante no rendirse. Puede ser muy difícil al principio y frustrante en muchas ocasiones, pero tienes que seguir trabajando duro para convertirte en un gran asesor en la aviación. La experiencia te vuelve más seguro y fiable. Siempre intento anticiparme a los problemas para aconsejar a mis clientes. Haberme convertido en la asesora número uno en Europa ha sido muy emocionante, ya que la aviación es mi pasión y, al contrario que en mis trabajos anteriores, me siento siempre motivada en ACS. El año pasado trabajé hasta el día antes de dar a luz: se pueden imaginar cuánto me gusta mi trabajo. ¡Soy una adicta!”

El lema del Día Internacional de la Mujer de 2019 parece hecho a medida para la industria de la aviación. Construyamos un mundo equilibrado en género, esencial para el progreso de la economía y las comunidades.

Como dijo Amelia Earhart: “La mejor manera de hacerlo es…hacerlo.”

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